Forro no tejido Es un producto importante de la industria textil. Se utiliza en una amplia gama de aplicaciones, incluidas entretelas de ropa y tejidos de forro adheridos. Sus propiedades únicas, como suavidad, transpirabilidad, repelencia a líquidos y resistencia a la abrasión, le permiten brindar excelente soporte y durabilidad a prendas y forros. Además, también se puede personalizar para cumplir requisitos específicos, como una alta absorbencia y retención para toallitas, o mejores posibilidades de filtración debido a la dimensión y distribución de sus poros.
Las telas no tejidas pueden estar hechas de materiales naturales o artificiales. Su estructura está formada por redes de fibras dispuestas paralelas, cruzadas o dispuestas aleatoriamente y unidas entre sí. Las telas no tejidas se pueden fabricar con una variedad de materias primas, como redes de fibras cardadas o hiladas y películas plásticas, así como fibras naturales o sintéticas. También pueden incorporar otros materiales, como espuma o celulosa, para mejorar su rendimiento y su idoneidad para aplicaciones particulares.
Existen tres tipos principales de técnicas de fabricación de no tejidos: Perforado con aguja, colocado en húmedo y unido térmicamente. En la punzonadora, las fibras se enredan formando una red mientras están secas y luego se unen mediante aire caliente. En el tendido húmedo, se añade agua a la red de fibra mientras pasa a través de una serie de rodillos. Cuando el agua se evapora, los enlaces de hidrógeno crean una fuerte red de fibras. La unión térmica utiliza una combinación de calor y presión para fusionar las fibras en un sólido.
Además, existen muchos otros métodos para producir telas no tejidas. Estos incluyen unión por aspersión, saturación y unión por espuma. En el bonding por pulverización, se pulveriza látex sobre la red de fibras en una cinta transportadora. En estado de saturación, la red se sumerge directamente en un tanque de látex y luego se seca en una secadora. La unión de espuma produce una tela más gruesa al insertar una capa de espuma entre las redes de fibra.
El uso más común de los no tejidos es para artículos desechables, como productos médicos y de higiene (pañales, batas quirúrgicas, mascarillas, toallitas, etc). También se utilizan en la industria de la construcción para controlar la erosión y proporcionar drenaje, y en la agricultura para mantener el limo dentro del suelo (el exceso de escorrentía de limo es perjudicial para la vida marina).
Los no tejidos se pueden personalizar para mejorar su rendimiento. o idoneidad para aplicaciones específicas. Estos incluyen agregar resistencia a la abrasión a la ropa o resistencia al agua para forros y bolsas. También se pueden personalizar para que tengan colores o texturas específicas, o para aumentar o disminuir su resistencia y elasticidad.
Además del forro, los no tejidos se pueden utilizar de otras formas, como embalajes, muebles y repuestos para automóviles. La versatilidad de este tipo de tejido va en aumento a medida que sigue creciendo la necesidad de materiales respetuosos con el medio ambiente. Los no tejidos pueden ofrecer una mejor alternativa al papel y al plástico, y son más fáciles de fabricar y reciclar que los textiles tejidos o de punto tradicionales. Son una opción rentable para las empresas que buscan reducir su impacto ambiental e impulsar su sostenibilidad. Son un buen sustituto de otras formas de materiales aislantes, como el cartón, e incluso pueden usarse en lugar de fibra de vidrio o celulosa.